Pàmies Vitae

Amargo Sueco

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€11,90

El Amargo Sueco se recomienda como tónico, digestivo y depurativo, para curas de primavera. Es purgante moderado. Tiene otras muchas aplicaciones de tipo interno y externo, que lo convierten en un remedio tradicional muy útil, todas estas aplicaciones puede encontrarlas en el libro «Salud de la botica del Señor» o en su manuscrito «Copia Del Antiguo Manuscrito» Se conserva muy bien y no pierde eficacia con el tiempo. Las personas con problemas, debilitadas y especialmente las que presentan trastornos cardio-circulatorios deben consultar su empleo con el médico.

Modo de uso:

El Amargo Sueco tiene un fuerte sabor amargo. Por lo que es recomendable diluirlo en una infusión, agua o zumo. La dosis recomendada en adultos es una cucharadita o 25 gotas tres veces al día, preferiblemente después de las comidas. También puede tomarse 10 ml disueltos en 100 ml de agua, tomar la mitad antes de las comidas, y la mitad después. En niños se recomienda dosis de dos a cuatro gotas por año de edad. 

Ingredientes

  • Ajenjo en polvo (Artemisia absinthium) o Aloe (Aloe succotrina)
  • Alcanfor natural (Cinnamomum camphora)
  • Azafrán (Crocus sativus)
  • Hojas de sen (Cassia acutifolia delile)
  • Maná (Fraxinus ornus)
  • Mirra (Commiphora myrrha)
  • Raíz de angélica (Angelica archangelica)
  • Raíz de carlina vulgar (Carlina vulgaris)
  • Raíz de cedoaria (Curcuma zedoaria rosc)
  • Raíz de ruibarbo (Rheum rhabarbarum)
  • Teriaca veneciana
  • Alcohol 32% vol

Las propiedades curativas de las Hierbas Suecas

  • Aspirándolas repetidas veces por la nariz, untando con ellas el cogote y aplicando compresas en la cabeza, calman los dolores y el mareo, fortalecen la memoria y el cerebro.
  • Ayudan contra la vista turbia, quitan la rubicundez y todos los dolores, aunque los ojos estén inflamados y la vista enturbiada y entelada. Combaten las nubes y las cataratas mojando con ellas a tiempo los ángulos de los ojos o aplicando compresas sobre los ojos cerrados.
  • Pústulas y toda clase de erupciones, costras en la nariz o en otras partes del cuerpo, se curan untándolas bien y a menudo con las gotas.
  • Contra el dolor de muelas se disuelve una cucharada de estas gotas en un poco de agua y se deja todo actuar un rato en la boca o se aplica una gasa empapada sobre la muela dolorida. El dolor se calma y la infección se cura.
  • Las ampollas y las otras afecciones de la lengua se curan en poco tiempo untándolas con las gotas.
  • Cuando la garganta esté irritada o llagada de tal manera que casi no se pueda tragar la bebida o la comida, se toman por la mañana, al mediodía y por la noche, una gotas y se dejan pasar lentamente por la garganta; así se calma la irritación y se cura la garganta.
  • Contra el calambre del estómago se toma una cucharada.
  • En casos de cólicos se toman lentamente tres cucharadas, una después de otra y pronto se calmarán los dolores.
  • Disuelven las flatulencias y refrescan el hígado; quitan las dolencias del estómago y del vientre y ayuda contra el estreñimiento.
  • Son un remedio excelente para el estómago, cuando digiere mal y rehusa los alimentos.
  • Asimismo calman los dolores biliares. Tomando cada día una cucharada por la mañana y otra por la noche y aplicando durante la noche compresas empapadas con las gotas, desaparecen en poco tiempo todos los dolores
  • Contra la hidropesía se toma durante seis semanas, cada día, por la mañana y por la noche una cucharada de las gotas con vino blanco.
  • Los dolores y el zumbido de oídos se combaten metiendo en los oídos un taponcito de algodón mojado con las gotas. Esto es muy eficaz y hace recobrar el oído.
  • Si una mujer tiene dolores de matriz se le da durante tres días cada mañana en ayunas, una cucharada de las gotas con vino tinto. Media hora después de haberlas tomado debe dar un paseo y después puede desayunar, pero sin tomar leche. (Las Hierbas Suecas jamás deben tomarse después de la leche).
  • Tomando en los últimos 15 días de la gravidez una cucharada de Hierbas Suecas por la mañana y otra por la noche, se facilita el parto. Para librarse sin dificultades de las secundinas, se le da a la parturienta cada dos horas una cucharadita de las gotas.
  • Si después del parto, a la subida de la leche, se presentan inflamaciones en el pecho, se aplican compresas empapadas.
  • Sanan las viruelas en los niños, dándoles según la edad, más o menos cantidad de las gotas diluidas en un poco de agua. Cuando las viruelas empiecen a secarse, se mojan repetidas veces con las gotas para que no queden hoyos.
  • Eliminan en niños y adultos los gusanos, incluso la solitaria, pero hay que adaptar la dosis a la edad de los niños. Además se aplica un paño empapado con las gotas sobre el ombligo, procurando que se mantenga siempre húmedo.
  • La ictericia se cura tomando tres veces al día una cucharada de estas gotas y aplicando compresas empapadas sobre el hígado inflamado.
  • Curan las almorranas y sanan los riñones, expulsan del organismo los humores hipocóndricos, sin necesidad de otra cura, quitan la melancolía y las depresiones, abren el apetito y estimulan la digestión.
  • Curan también las almorranas internas, mojándolas desde el principio repetidas veces con las gotas y tomando éstas antes de dormir por vía interna para ablandarlas. Se deja actuar un algodón empapado para fomentar la circulación de la sangre y quitan el escozor.
  • Cuando alguien se desmaye se le abre la boca y se le da a beber una cucharada; el enfermo volverá pronto en sí.
  • Los dolores de los calambres se calman con el tiempo, tomando estas gotas por vía interna.
  • Los enfermos de tisis pulmonar deben tomarlas cada día en ayunas y continuar la cura durante seis semanas.
  • Si en una mujer no se presentan las reglas o las tiene demasiado abundantes debe tomar las gotas durante tres días seguidos y repetir este tratamiento veinte veces. Así equilibrará su menstruación.
  • Este remedio también ayuda contra el flujo blanco.
  • Quien tenga epilepsia tiene que tomarlas al instante y debe seguir el tratamiento exclusivamente con estas gotas ya que restablecen los nervios y todo el organismo y curan todos los males.
  • Curan las parálisis, los vértigos y los mareos.
  • Curan asimismo la varicela y la erisipela
  • Quien tenga mucha calentura o escalofríos y esté debilitado, que tome una cucharada. EL enfermo, siempre que no haya cargado su cuerpo con otros medicamentos, se recuperará y el pulso se normalizará aunque la fiebre haya sido muy alta.
  • Las gotas curan también el cáncer, las viruelas antiguas, las verrugas y las manos agrietadas. Las úlceras antiguas y purulentas con excrecencias carnosas se lavan bien con vino blanco y se cubren con un paño empapado en Hierbas Suecas. Estas quitan las hinchazones y los dolores así como las excrecencias carnosas y la herida empieza a cicatrizarse.
  • Curan sin riesgo alguno toda clase de heridas, ya sean cerradas o abiertas, mojándolas repetidas veces con las gotas. Se toma un lienzo, se empapa de gotas y se cubre con él las heridas. Los dolores se calman pronto y no pueden producirse ni infecciones ni gangrena. Curan también heridas antiguas causadas por arma de fuego. Las heridas profundas se riegan, sin necesidad de lavarlas antes, con las gotas de Hierbas Suecas. Después se continúa tratándolas con compresas empapadas y pronto se verá el buen efecto curativo de las gotas.
  • Hacen desaparecer toda clase de cicatrices, estigmas y cortes aunque sean muy antiguos, mojándolos por lo menos 40 veces con ellas. Todas las heridas que se curan con las Hierbas Suecas no dejan cicatrices.
  • Curan radicalmente las fístulas, aunque se tengan por incurables; no importa si son antiguas o no.
  • Curan todas las quemaduras y escaldaduras mojándolas continuamente con ellas. No se producirán ampollas y se calmará el dolor. Curan ampollas purulentas.
  • Ayudan a curar moretones y chichones causados por golpes y caídas.
  • A los que comen con desgana, les devuelve el apetito.
  • Devuelven los colores de cara a los anémicos si cada mañana toman las gotas durante un período prolongado. Limpian la sangre, fomentan su producción y su circulación.
  • Calman los dolores reumáticos en los miembros, tomándolas por la mañana y por la noche y aplicando paños empapados en las partes doloridas.
  • Curan los sabañones en las manos y los pies, aunque se hayan reventado. Hay que aplicar continuamente compresas empapadas, sobre todo durante la noche.
  • Los callos (ojos de pollo) se cubren con un taponcito empapado procurando que se mantenga siempre húmedo. A los tres días se sueltan solos o se quitan fácilmente sin ningún dolor.
  • Curan asimismo mordeduras de perros u otros animales rabiosos, bebiendo las gotas, ya que destruyen todos los venenos.
  • En casos de peste u otras enfermedades contagiosas conviene tomarlas varias veces al día, ya que curan tumores pestilenciales y bubones, aunque estén ya metidos en la garganta.
  • Quien no pueda dormir por la noche, que las tome antes de acostarse. Contra el develo nervioso se aplica una compresa empapada sobre el corazón.
  • Con dos cucharadas de Hierbas Suecas se le quita la borrachera al borracho.
  • Quien tome cada día por la mañana y por la noche Hierbas Suecas no necesita otra medicina ya que éstas fortalecen todo el organismo, refrescan los nervios y la sangre, quitan el temblor de las manos y los pies, es decir que eliminan todas las enfermedades. El cuerpo se conserva elástico y la cara juvenil y bella.
Advertencia: Las Hierbas Suecas siempre se deben tomar diluidas en tisana o agua.

Los cuarenta y seis artículos del “Antiguo Manuscrito” demuestran claramente las maravillosas virtudes curativas de esta mezcla de hierbas medicinales. Se puede decir con razón que no existe una enfermedad que las Hierbas Suecas no puedan curar; en todo caso siempre nos servirán de tratamiento básico.