Chia: la semilla milagrosa

Chia: la semilla milagrosa

Uno de los mejores superalimentos del mundo

 

 

La semilla de Chía era uno de los alimentos básicos de los mayas y aztecas. La conquista española reprimió a los nativos, suprimió sus tradiciones y destruyó la mayor parte de la producción agrícola intensiva y el sistema de comercialización existentes.

Muchos cultivos que mantuvieron una posición preponderante en las dietas de la América pre-colombina, fueron desvanecidos por los españoles, debido a la estrecha asociación con la religión, y fueron reemplazados por otras especies extranjeras (trigo, cebada, etc.) que tenían una gran demanda entre los conquistadores. 500 años más tarde, la ciencia moderna ha llegado a la conclusión de que las dietas precolombinas eran superiores a las que se consumen actualmente en la misma región y en la mayoría del planeta.
La Chía es una planta originaria de áreas montañosas que se extienden desde México hasta Guatemala. Las civilizaciones precolombinas utilizaron su semilla para elaborar medicinas y conocían muy bien la importancia de la chía, al igual que la del amaranto y la quínoa, los que junto a otros productos, como el maíz y alguna variedad de frijoles, eran la base de su alimentación y también la dieta de sus animales. No sabían de proteínas ni ácidos grasos Omega 3, pero sí de sus efectos benéficos.
 

Planta silvestre de Chía
Planta silvestre de Chía

La Chía es una planta anual de verano de la familia de las Labiatae. Forzada hasta ahora a la oscuridad, los granos de chía ofrecen ahora al mundo una nueva oportunidad para mejorar la nutrición humana, proveyendo una fuente natural de ácidos grasos Omega 3, antioxidantes y fibra dietética. Sus granos tienen cantidades de aceite que varían entre 32 y 39 por ciento, con un alto porcentaje de ácidos grasos poliinsaturados alfalinolénico y linoleico.
Le siguen el cártamo y el girasol con 75 y 65 por ciento respectivamente. Los granos de chía poseen entre 19 y 23 por ciento de proteína y son una buena fuente de vitamina B, calcio, potasio, cinc y cobre. Cabe recordar que los científicos comenzaron a investigar las propiedades de estos ácidos grasos luego de detectar que los esquimales de Groenlandia tenían baja incidencia de enfermedades cardiovasculares. Su alimentación se basaba en pescados azules, ricos en Omega 3. Y se demostró que los Omega 3 ayudan a normalizar la presión arterial, reducen el colesterol y los triglicéridos y protegen el corazón, entre otros beneficios.
 
PROPIEDADES DE LA SEMILLA DE CHIA
Si se mezcla una cuchara llena de chía dentro de un vaso de agua y se deja durante aproximadamente 30 minutos se forma una gelatina casi sólida. La reacción que genera el gel se debe a la fibra soluble presente.
El gel que se forma, crea en el estómago una barrera física entre los carbohidratos y las enzimas digestivas que los disuelven, de manera tal que disminuye la conversión de carbohidratos en azúcar. En adición a los obvios beneficios para los diabéticos, esta demora en la conversión de los carbohidratos en azúcar genera la habilidad de crear resistencias.
Los carbohidratos son la gasolina de la energía en nuestros cuerpos. La prolongación de su conversión a azúcar estabiliza los cambios metabólicos, creando así una mayor duración en sus efectos de generación de energía. Además, una de las cualidades excepcionales de estas semillas son sus propiedades hidrofílicas, teniendo la habilidad de absorber más de 12 veces su peso en agua. Dicha habilidad de mantener el agua ofrece la posibilidad de prolongar la hidratación. Los fluidos y electrolitos proveen el entorno que da vida a las células del cuerpo humano. Con semillas de chía, se puede retener la humedad, regulando la absorción corporal de nutrientes y fluidos corporales. Debido a que hay una gran eficiencia en la utilización de los fluidos corporales, el balance electrolítico se mantiene.
Las semillas de chía son el coloide hidrofílico definitivo de las dietas del Siglo 21. Los coloides hidrofílicos, (una sustancia aguada, gelatinosa, similar a una cola de adherir) forman los elementos que sirven de base para todas las células vivientes. Ellos poseen la propiedad de tener y despedir rápidamente las sustancias esenciales para la vida de las células. La precipitación de coloides hidrofílicos causa la muerte por cáncer de células.
La semilla también contribuye en la construcción de músculos y tejidos, es un energizante de duración con extensivas propiedades de hidratación, ya que como fuente de proteínas, luego de su ingestión, se digiere y absorbe muy fácilmente. Esto resulta en un rápido transporte a los tejidos y utilización por parte de las células.
Esta eficiente asimilación la hace muy efectiva cuando un rápido desarrollo de los tejidos tiene lugar, primariamente durante los períodos de crecimiento en niños y adolescentes. También para el crecimiento y regeneración de los tejidos durante el embarazo y lactancia, además de incluir la regeneración de los tejidos musculares en procesos de reacondicionamiento, para atletas, levantadores de pesas, etc.
Es un buen proveedor de calcio y también contiene boro, que actúa como catalizador para el cuerpo, absorbiendo y utilizando el calcio disponible.
 
ENFERMEDADES CARDIOVASCULARES
Desde que en 1980 se estableció la primera relación entre la grasa de la dieta y las enfermedades cardiovasculares, muchos estudios han demostrado que una dieta rica en ácidos grasos omega-3, fibra y antioxidantes podría reducir la incidencia de enfermedad cardiovascular.
Los ácidos grasos omega-3 actúan a través de la modificación de los mecanismos relacionados con la disfunción endotelial, agregación plaquetaria y la aterosclerosis. Estos ácidos grasos, actúan inhibiendo la actividad de la ciclooxigenasa (responsable de la generación de prostaglandinas) y disminuyendo la síntesis de citoquinas (también denominadas citocinas), pro inflamatorias y la actividad del sistema nerviosos parasimpático, todas acciones que reducen el riesgo de eventos vasculares e hipertensión. (Das UN, 2004, Calder PC, 2004).
La dislipidemia, junto a otros factores de riesgo, cumple un rol fundamental en el aumento de la morbimortalidad cardiovascular de origen isquémico. La evidencia científica apoya el uso de ácidos grasos omega-3 en el tratamiento de la dislipidemia. Algunos reportan una disminución de hasta un 30% de triglicéridos y lipoproteínas de baja densidad (LDL), después de usar ácidos grasos omega-3 como coadyuvantes del tratamiento hipolipemiante.
Recientes estudios describen que los ácidos grasos omega-3 tienen la capacidad de estabilizar la actividad eléctrica del miocito cardiaco, lo que explica su potente acción antiarrítmica, además de su influencia en la disminución de la probabilidad de muerte súbita post-infarto hasta en un 70%.
 
BENEFICIOS DE LOS OMEGA-3 PARA EL CORAZON
• Disminución de la presión arterial
• Descenso de la agregación plaquetaria
• Efecto vasodilatador y antiinflamatorio
• Reducción de la arritmia y de la probabilidad de muerte súbita
• Acción positiva en el descenso del perfil lipídico
 
ENFERMEDADES INFLAMATORIAS
Diversas investigaciones demuestran los efectos benéficos de los ácidos grasos omega-3 en las enfermedades inflamatorias crónicas como la psoriasis, asma, artritis reumatoide, entre otras, a través de la inhibición de los eventos pro-inflamatorios en el endotelio celular.
Se ha comprobado que de los ácidos grasos omega-6, específicamente del araquidonico (AA), se derivan prostaglandinas de la serie 2, tromboxanos y leucotrienos de la serie 4, que son inflamatorios y vasoconstrictores; mientras que de los ácidos grasos omega-3 se derivan prostaglandinas de la serie 3, tromboxanos y leucotrienos de la serie 5, que tienen una acción antiinflamatoria.
De esta acción antagonista se deduce la importancia metabólica del equilibrio entre la síntesis de ácidos grasos omega-3 y omega-6. Si existe un desequilibrio que favorezca la síntesis de ácidos grasos omega-6, estaríamos en una situación metabólica pro-inflamatoria. (Chaudrary. A et all 2004; Gillis. Rc, et all 2004).
Las conclusiones de múltiples estudios demuestran que el consumo de ácidos grasos omega-3 desempeña un papel fundamental en la función pulmonar y en la prevención y tratamiento de numerosas enfermedades inflamatorias del pulmón como la bronquitis (Korzhov, VI, 2003) por ejemplo. Esto es importante si tenemos en cuenta que las enfermedades respiratorias son de las más mortíferas del mundo, y van en aumento.
En cuanto a las enfermedades inflamatorias del intestino, ya sea exclusivamente el colon (colitis ulcerosa) o cualquier parte del tracto gastrointestinal (enfermedad de Crohn), pueden ser tratados con ácidos grasos omega-3, reduciendo el stress oxidativo y la sintomatología de la enfermedad (Barbosa, DS et all, 2003;
Stotland BR, et all, 1998).
 
ENFERMEDADES DELSISTEMA NERVIOSO
La naturaleza de los ácidos grasos que componen lasmembranas celulares del cerebro tiene gran importancia metabólica. Cuanta mayor sea la proporción de ácidos grasos Poliinsaturados omega-3, mayor es la plasticidad de la misma. En las membranas se encuentran las estructuras de los receptores de neurotransmisores. Si la membrana es rígida, el acoplamiento espacial del receptor de la membrana y el neurotransmisor podría ser difícil o incluso no realizarse (Nements Iet al, 2002).
Esta demostrado que la deficiencia de ácido graso alfa-linolénico (ALA) altera el curso del desarrollo neuronal, perturba la composición y propiedades fisicoquímicas de las membranas celulares, neuronas, oligodendrocitos y astrositos del cerebro (Bourre Jm, 2004). Esto explica el porqué los ácidos grasos poliinsaturados omega-3 que componen las membranas neurales, son un factor clave en el desarrollo cerebral, en la comunicación química de las neuronas y probablemente en la supervivencia de estas en respuesta al daño (Hogyes E, et al 2003).
 
cerebro
Desordenes psiquiátricos severos, incluyendo el déficit atencional y el desorden de hiperactividad, pueden estar asociados con anormalidades de los ácidos grasos Poliinsaturados omega-3. En la membrana eritrocitaria de adultos con síntomas de déficit atencional y desorden de hiperactividad hay niveles muy bajos de ácidos grasos omega3 y niveles significativamente altos de ácido grasos saturados (Young GS, 2004; Ross BM et al, 2003).
Otros estudios encontraron una disminución de ácidos grasos omega-3 en la membrana eritrocitaria de pacientes deprimidos respecto de controles sanos, con una correlación estadística entre el grado de disminución de estos ácidos en la membrana celular y el grado de depresión (Naliwaiko K et al, 2004). Además, algunos estudios han sugerido el uso de terapias con suplementación dietaria de omega-3 en pacientes con trastorno bipolar y esquizofrenia donde se ha identificado anormalidad en los ácidos grasos de la membrana neural.
 
ROL DE LOS OMEGA-3 EN LOS PROCESOS INFLAMATORIOS
– Inhiben los eventos pro-inflamatorios
– Protege al pulmón de procesos inflamatorios
– Reduce la sintomatología de enfermedades inflamatorias:
– Enfermedad de Crohn
– Enfermedad Inflamatoria Intestinal
– Asma
– Artritis Reumatoide
– Colitis Ulcerosa
– Eczema
– Psoriasis
 
GESTACION Y LACTANCIA
Los lípidos en la leche materna son los nutrientes de mayor variabilidad. Los ácidos grasos omega-6 y omega-3 se presentan en una relación de 5:1 en promedio. Los cambios alimentarios vinculados con el desarrollo de nuestra sociedad han determinado la reducción en el contenido de ácidos grasos omega-3 en las últimas décadas (Jensen R, 1996; Makrides M, et all 1996).
Los ácidos grasos omega-3 desempeñan funciones muy importantes en la gestación, lactancia e infancia, ya que son constituyentes de los fosfolípidos de las membranas celulares. La alta concentración de ácidos grasos omega-3 en la retina (60%) y el cerebro (40%), sugieren que estos juegan un rol importante en la función neural y visual. (Innis S 2003; Hoffman DR, et al, 1993; Buritzen, 2001).
Se sabe que la deficiencia de ácidos grasos esenciales puede provocar serias alteraciones del crecimiento, aprendizaje, desarrollo de las funciones posturales, motoras y agudeza visual del recién nacido (Colman Rt, et all 1991; Bourre JM 2004; Auestad N, et al, 2003).
Durante la vida fetal y hasta el primer año de vida, existe un aumento en el proceso de acumulación de ácidos grasos omega-3 en el cerebro y la retina fetal, a expensas de la madre (Kimura R 1998). Estos ácidos grasos son trasferidos de la madre al feto a través de la placenta y luego del nacimiento a través de la leche materna, por lo que existe una relación positiva entre el consumo de ácidos grasos esenciales de la madre, con el estatus neonatal de los mismos.
Específicamente, la recomendación es de al menos 120 mg diarios de omega-3 en mujeres embarazadas en el primer trimestre. Durante el último trimestre se produce mayor acumulación de ácidos grasos en el sistema nerviosos del feto, por lo que las necesidades diarias aumentan hasta 250 mg diarios. En tanto la lactancia, la
madre utiliza 70-80 mg de ácidos grasos omega-3 en la leche, además de la cantidad que requiere para satisfacer sus propias demandas, razón por la cual la ingesta recomendada es de 250 mg diarios.
 
EFECTOS SALUDABLES DE LOS OMEGA-3 EN LA GESTACION Y LA LACTANCIA
Indispensables en el desarrollo visual del feto.
Esenciales en el desarrollo neurológico del feto.
Previenen la hipertensión de la madre relacionada con el embarazo.
 
FUNCION NEURONAL
– Favorecen la comunicación química de las neuronas.
– Contribuyen a la fluidez de la membrana neural.
– Previenen enfermedades siquiátricas severas
– Depresión
– Déficit atencional
– Desorden de Hiperactividad
– Trastorno Bipolar
– Esquizofrenia
– Estimulan el crecimiento y desarrollo neurológico del niño
– ejoran el índice de desarrollo mental de niños prematuros
– Refuerzan el sistema inmunológico del recién nacido
– Contribuyen al desarrollo psicomotor del niño
– Reducen la dermatitis seborreica del recién nacido
 
LOS OMEGA-3 CONTRA LOS OMEGA-6
Los ácidos grasos omega-6 también son esenciales, pero tienden a consumirse en exceso en las dietas modernas.
Los estudios han demostrado que ambos ácidos grasos no sólo hay que tomarlos en cantidades suficientes, además hay que guardar una cierta proporción entre ambos tipos. La proporción óptima se supone que está en 4:1 ó 5:1. Todos los alimentos que contienen omega-3 también contienen omega-6, por lo que no es tan sencillo mantener la relación.
 
CÓMO USARLA
 

  1.  Remojar la chía con agua y beber todo .
  2.  Añadir a zumos o yogur.
  3.  Mezclarla con las comidas como sopas, caldos o pures.
  4.  Tomar directamente bien sea la semilla emtera o triturada.

Se suele redcomendar tomar al menos una cucharada sopera al día.
 
 

Juan Torrontegui

Naturópata y Técnico Superior en Dietética

Todo empezó con una enfermedad propia que me abrió el camino para hoy, poder ayudar a los demás. Espero poder ayudarte a conseguir la salud y bienestar que otros como tu pudieron lograr.

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2 Comments

  1. […] en el mencionado libro como nutriente de nuestro cerebro siempre que sea de calidad. La semilla de Chía y los Omega3 destilados enzimáticamente y sin mercurio son una buena opción. Este es el Omega de […]

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